Cuando se piensa en la Val d’Aran, la mente suele llevarnos a través del túnel de Vielha, bajo las majestuosas montañas pirenaicas. Sin embargo, hay dos pequeñas joyas que desafían esta convención, y una de ellas es la Val de Molières, un rincón aranés que mira hacia el Mediterráneo. Acompáñame en este paseo por la remota y magnífica naturaleza que bendice este confín.
Acceso al Valle de Molieres y Comienzo del Viaje
Para adentrarse en la Val de Molières a pie, el punto de partida es el estacionamiento a la derecha de la boca sur del túnel de Vielha. Durante un fin de semana que tuvimos el privilegio de pasar en la zona, nos sumergimos en una caminata circular de aproximadamente una hora y media.
La ruta sigue el curso de las aguas de la Noguera Ribagorçana, rodeándolas entre prados, humedales y hayedos. Dejamos el vehículo cerca del antiguo hospital de Sant Nicolau dels Pontells, hoy en desuso, y nos dejamos llevar por la belleza del valle.
Un Valle Único en su Esencia
Las aguas puras y transparentes de la Noguera Ribagorçana fluyen hacia el río Segre, luego al Ebro y finalmente al Mediterráneo, convirtiendo a la Val de Molières en un rincón único en el territorio aranés. Mientras caminamos, el paisaje se viste de verdes intensos, acompañado por un silencio que solo es roto por el murmullo del agua.
Después de unos 40 minutos y un leve ascenso, nos encontramos con el Saut de Molières, una cascada escalonada de aproximadamente 30 metros de altura. Aquí, la naturaleza se presenta en todo su esplendor, regalándonos un espectáculo exclusivo.
El Pico de Molières: Vigía del Valle
Si buscas más aventura, el camino empedrado junto a la cascada te lleva al punto más alto, donde el Pico de Molières, con sus 3010 metros, vigila el valle y sus alrededores. La ruta hacia el pico se vuelve más desafiante, pero las vistas panorámicas valen la pena.
Decidimos regresar al punto de partida, deshaciendo el camino y disfrutando nuevamente del paisaje. La Val d’Aran, ya sea desde las alturas, las plazas encantadoras de sus pueblos o los lagos escondidos, siempre ofrece una experiencia que nutre y alegra los sentidos.
Una Aventura Familiar en la Vall de Molières
La Vall de Molières no solo es un paraíso para los aventureros, sino también para las familias. Con más de 8 kilómetros de recorrido, la excursión hasta la Cascada de Molières es ideal para explorar la flora y disfrutar en familia.
El acceso se encuentra cerca del Refugio Conangles, y el camino, aunque no muy señalizado, ofrece un entorno natural sorprendente. Atravesar puentes y seguir el sonido del agua os llevará a la majestuosa Cascada de Molières, alimentada por las aguas del deshielo del Tuc de Molières.
La Val de Molières es un tesoro escondido en la Val d’Aran, un lugar donde la naturaleza se exhibe en todo su esplendor y ofrece una experiencia única. Ya sea en solitario, en pareja o en familia, este rincón aranés es un regalo para los amantes de la belleza natural y la aventura. ¡Descúbrelo por ti mismo!
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